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Seguros de vida: ¿qué hay que saber antes de contratar?

Seguros de vida: ¿qué hay que saber antes de contratar?

Los seguros de vida permiten multiplicar tus fondos al tiempo que asegurar tu vejez.

Los seguros de vida están destinados a cubrir tanto el fallecimiento como la longevidad del asegurado. Es decir, en caso de fallecimiento, el beneficiario recibirá un capital, como ocurre en los seguros de decesos, y en caso de que llegue a disfrutar de una larga y plena vejez, el asegurado recibirá una renta que le permitirá completar su pensión. La esperanza de vida es cada vez mayor, por lo que se recomienda suscribir un seguro de vida con el fin de poder disfrutar mejor de la jubilación.

Además, los seguros de vida cuentan con numerosas ventajas, ya que son un método para ahorrar, al mismo tiempo que se rentabiliza su patrimonio. En realidad, los seguros de vida pueden considerarse una inversión, cuyo rendimiento varía en torno al 4%. Además, reporta unos beneficios fiscales considerables.

Los seguros de vida se presentan en tres modalidades principales:

Por un lado, está el seguro de vida cuyo objetivo es el de garantizar al asegurado el pago de una renta o de un capital en base a un contrato, si todavía vive cuando vence dicho contrato. Sin embargo, en este tipo de seguro, en caso de fallecimiento del asegurado, la aseguradora queda liberada de sus obligaciones, a menos que el contrato vaya acompañado de un contraseguro.

El segundo tipo de seguro de vida es el seguro de decesos. En este tipo de seguro, los allegados del asegurado reciben un capital únicamente en caso de fallecimiento de este. De este modo, el asegurado evita que su familia pueda encontrarse en dificultades económicas a consecuencia de su deceso.

Finalmente, el más común es el seguro de vida y decesos que combina ambas modalidades.

Además de las compañías de seguros, hay muchos otros establecimientos financieros que ofrecen seguros de vida. Dado que un seguro de vida es una inversión, los interesados pueden contratarlo en un banco, en una sociedad de valores, en cajas de ahorros e incluso en correos.

Los seguros de vida ofrecen dos tipos de soporte. Puedes optar por un contrato en euros, revalorizado por intereses anuales o por un contrato multisoporte. Este último es ligeramente más complejo dado que incluye un fondo en euros y unidades de cuenta, que pueden ser obligaciones o acciones. La aseguradora no garantiza las unidades de cuenta, por lo que pueden suponer un riesgo para el asegurado.

A largo plazo, un seguro de vida contribuye a mejorar tus fuentes de ingresos. Debes saber que tras 8 años podrás continuar pagando cotizaciones y realizando reintegros parciales cuando lo desees. Todo ello, beneficiándote, claro está, de un régimen fiscal muy ventajoso.

De , El martes 5 febrero 2013

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